Por Néstor Echarte
Observatorio de la Montaña Púrpura en China, desde donde se descubre al asteroide Wuhan.
Los astrónomos Chinos responsables del observatorio astronómico de la Montaña Púrpura, jamás llegaron a dimensionar el impacto que tendría en el mundo el nombre del pueblo al que tenían pensado homenajear. Bautizaron con su nombre al pequeño asteroide que acababan de descubrir: Wuhan.
No todos tienen la buena suerte (o mala… según se vea) de contar con un asteroide que lleve su propio nombre, pero Wuhan vió inmortalizado al suyo cuando el 13 de noviembre de 1980 los telescopios del complejo astronómico lograron identificar a este cuerpo celeste, perteneciente al cinturón de asteroides (entre las órbitas de Marte y Júpiter) y catalogado bajo la denominación de 3206 Wuhan (1980 VN1).