Sistemas de Domificación: ¿Una opción azarosa o una decisión inteligente?

Por Néstor Echarte


 

La elección de un sistema de casas astrológicas debería constituirse en el corolario de una decisión inteligente, pensada, razonada, a la que cada astrólogo llega luego de una formación consciente dentro del campo de la astrología, y después de haber profundizado en los conceptos astronómicos e interpretativos que justifiquen la elección de uno u otro sistema, a la vista de la enorme oferta de métodos existentes y disponibles al momento de abocarnos al cálculo de una carta natal. La búsqueda adecuada del sistema de domificación que mejor se adapte a mis necesidades  se encuentra en perfecta sintonía con el valor y reconocimiento que le adjudicamos al mismo, dentro del complejo mundo del análisis astrológico y la construcción de un rádix creíble desde su justificación astronómica. 

Las casas astrológicas son el nexo fundamental entre los designios del cielo y los sucesos que le tocan a los seres humanos en la tierra. Pero no hay una idea única en cuanto a su implementación y fundamentación. Es por eso que existen más de 60 sistemas de casas diferentes. Algunos de ellos, basados en la división temporal, otros, basados en la división geométrica, coincidentes en la mayoría de los casos en dos puntos fundamentales: La posición del ascendente y la posición del Medio Cielo... horizonte y meridiano como referencia inmediata al nacimiento de un ser humano. Las cuatro casas angulares como base del sistema de casas, que evolucionó desde 4, luego 8 y en la actualidad 12 casas mundanas astrológicas.
 

Este nexo fundamental entre la Tierra y el Cielo, entre nuestras necesidades cotidianas confrontadas con los designios del Universo quedó supeditado, en el mundo de la interpretación astrológica, al azaroso designio de elegir un sistema de domificación que en la mayoría de los casos consideramos correcto y eficiente, sin haber intentado chequear sus fundamentos astronómicos y teóricos, y aceptando “prima facie” aquel que el resto del colectivo astrológico utiliza solo porque otros también lo utilizan, o porque en mi país se utiliza este método y no conozco otro, o porque las tablas que aquí se editaron alguna vez solo estaban disponibles para el sistema que yo utilizo, o peor aún, porque el software de cálculo de cartas natales que utilizo habitualmente lo trae así predeterminado. Como se puede apreciar, en nada interviene mi decisión a la hora de elegir el sistema más adecuado, entre más del medio centenar de sistemas de casas diferentes que existen a disposición del astrólogo.
 

No existe nada más desalentador, que encontrarnos con un colega astrólogo que nos cuestiona vehementemente el sistema de casas que hemos elegido acudiendo a argumentos de probada eficacia, y cuando le solicitamos que nos explique en que se fundamenta el sistema que utilizan manifiestan no tener idea alguna de su construcción astronómica y de su sustento filosófico e interpretativo, sobre todo a la hora de elegir ese sistema como adecuado.
 

No se sientan mal. A todos nos ha pasado lo mismo. Alguna vez…, todos hemos adoptado un sistema como eficiente, y todos hemos cuestionado el que otro astrólogo ha elegido al considerarlo poco adecuado.
 

Conociendo el sistema de casas que utilizo
 

Ante tanta diversidad de sistemas, más allá de que es importante conocer el fundamento de cada uno de ellos para realizar la elección correcta, existe un software adecuado con excelentes prestaciones que si es bien utilizado nos permite comparar sobre una misma carta natal, la eficacia de los mismos y sus posibles variantes de funcionamiento ante casos de duda.
 

Para conocer el funcionamiento de los sistemas de domificación más utilizados, sus fundamentos, historia, y fórmulas que lo sustentan, los invito a leer en este mismo sitio la nota publicada en el siguiente link:  https://goo.gl/16PPdX - De esta manera evitaremos ser redundantes.
 

Pero para poder hacer un excelente trabajo comparativo entre el funcionamiento de un sistema u otro, y ante la posibilidad de que se tenga alguna duda sobre la posición de un planeta u otro en una de las casas intermedias, podemos recurrir al Software Astrológico Meridian, realizado por Juan Saba, donde una vez que tenemos calculada la carta natal que pretendemos estudiar, dirigiéndonos al desplegable que dice NATAL, buscamos allí la opción Reporte Sistema de Casas, obteniendo un excelente gráfico comparativo con la posición de las cúspides de casas astrológicas listadas en 16 sistemas diferentes, entre ellos algunos de los más tradicionales dentro del acervo astrológico.
 

 

Además de desplegar las cúspides de las casas astrológicas bajo esos diferentes sistemas, lista también las posiciones de los planetas consignando en que casas se encuentran (según cada uno de los sistemas) y en caso de cercanía a otra cúspide, lo que podría hacer pensar que bajo otro sistema un planeta pudiera encontrarse en una casa diferente, señala también el aspecto de conjunción que hacer por aproximación a la casa siguiente, y con qué orbe lo está haciendo. Este gráfico nos permite entonces, con carta en mano, poder ver la diferencia que se presenta en las posiciones de los planetas dentro de las casas astrológicas en función de las diferentes opciones que sistemas de casas distintos proponen para la posición de las cúspides intermedias.

 

Otra interesante opción de este mismo software, es la posibilidad de que, teniendo el gráfico de la carta natal que queremos estudiar en pantalla, con solo presionar en la parte inferior el desplegable que muestra los distintos sistemas de casas, acomoda al instante el tema natal en cuestión bajo el sistema de domificación elegido. Esto permite una rápida apreciación visual de las posiciones planetarias bajo los diferentes sistemas.

Es probable que en muchos casos no se encuentren grandes diferencias. En la mayoría de los casos los sistemas son bastante similares y coincidentes, pero muchas veces pueden apreciarse algunas posiciones distintas, sobre todo en la medida en que nos alejamos del ecuador o en la utilización de algunos sistemas como el de Koch (muy utilizado por quienes practican astrología bajo el sistema de la escuela Huber), donde las posiciones de las cúspides intermedias pueden tener varios grados de diferencia en relación a las de otros sistemas utilizados.

Si tomamos como ejemplo la Carta Natal de la República Argentina, podemos observar que las cúspides de las casas 5 y 6 tienen unos pocos grados de diferencia según utilicemos el método de cúspides Topocéntricas o el método de Koch.  En en caso de la casa 5, Saturno permanece en la misma, mientras que con cúspides Topocéntricas Quirón se encuentra dentro de la casa 6 mientras que con cúspides de Koch lo hace dentro de la casa 5. Muchos podrán decir que por orbe, pese a la diferencia, Quirón sigue actuando en casa 6 en ambos sistemas, pero muchas veces las diferencias pueden ser mayores, y tal vez, la correcta elección de un sistema de casas, permita manejar de otra manera los orbes que uno asigna a los planetas cuando se encuentran sobre el final de una casa acercándose a la cúspide siguiente. 

Donde no quedan dudas, pese a que algunos pocos sistemas también dan opciones diferentes, es en el extraordinario valor de las casas angulares (MC, FC, ASC, DSC), generadas a partir de los planos del Horizonte y el Meridiano del lugar en su intersección con la Eclíptica. La gran mayoría de los sistemas tradicionales no discuten estas posiciones y son coincidentes en su posición por grado y minuto en los signos correspondientes.
 

No ocurre lo mismo al querer definir las posiciones de lo que se denomina cúspides de casas interiores (II, III. V, VI, VIII, IX, XI y XII), ya que al momento de dividir el espacio o el tiempo para encontrar sus valores, se adoptan criterios diferentes. Hago mención del concepto de espacio o de tiempo, ya que existen sistemas de casas temporales y sistemas de casas geométricos.
 

Lo importante es poder discernir de que estamos hablando cuando mencionamos sistemas de casas y no aceptar a ciegas, lo que el destino o los colegas quieran determinar para nosotros.