Por Néstor Echarte
El proceso de nacimiento, algo fundamental para el posterior desarrollo de la tarea del astrólogo debería ser un hecho no-traumático, amable, desprovisto de violencia y de sobresaltos, propio de la llegada de un nuevo ser humano a este mundo terrenal. Pero está claro que no es exactamente así.
Pese a que el paso del tiempo fue cambiando algunas modalidades propias del parto, un mundo donde siempre prolifera la violencia y que prácticamente se ha convertido en un campo de batalla, es lógico que reciba a sus nuevos integrantes como soldados desembarcando en una cabecera de playa tomada por el enemigo.
No quedaron lejos los tiempos en que apenas nacido, te colgaban de los pies boca a abajo, mientras que un médico disfrazado como un extraterrestre te aplicaban tres o cuatro golpes en el trasero con la esperanza de hacerte llorar lo suficiente como para que, una vez cortado el cordón umbilical, el oxígeno tome contacto con tus pulmones y con ese sobresalto recibas tu primera bocanada de aire como ser independiente y libre de las ataduras que ligan tu organismo con el de tu madre. Ahora sos persona. Es decir, un sr libre e independiente.
Pero no termina todo allí. Luego te aspiran, te secan, te cambian y te llevan al lado de tu madre, mientras que un padre aterrado se emociona con la vista del nuevo retoño.
Todo esto, en el supuesto de los casos en que las cosas hayan salido bien. Porque si tenemos en cuenta que el parto se complicó, te pueden entubar, conectar, canalizar, poner en un ambiente controlado, y si el lugar no cuenta con los medios suficientes como para garantizar la continuidad de esta nueva vida, tal vez te trasladen rápidamente a otro lugar con otros profesionales, otras canalizaciones, otros medicamentos, transportado a veces en ambulancias que se abren paso haciendo sonar sus sirenas, o en aviones sanitarios donde te pueden trasladar a miles de kilómetros de distancia con cambios de altura repentinos que suponen modificaciones en la presurización, que seguramente afectan al comportamiento vital. Bienvenido al planeta Tierra!!!!!
Una mirada astrológica sobre el proceso de nacimiento
Si tenemos en cuenta que durante los primeros noventa días luego de haber nacido, se generan todas las Progresiones Secundarias que actuarán sobre una persona durante los primeros 90 años de su vida, y que de la misma manera, durante las primeras seis horas de vida se conforman todas las direcciones primarias que también actuarán durante los primeros 90 años de vida de esta persona, podemos inferir que la calidad con las que el recién nacido enfrentará su proceso de vida, se encuentra estrictamente ligada a la serie de sucesos inmediatamente posteriores al momento del parto. A las primeras 6 horas de vida, en el caso de utilizar Direcciones Primarias o a los 90 primeros días de vida en el caso de utilizar Progresiones Secundarias. Por supuesto teniendo como expectativa de vida un límite de 90 años, que con el paso del tiempo se va superando.
Como ejemplo, un cambio de residencia a los 15 días de nacer, podría actuar a la manera de una relocalización a partir de los 15 días de vida, visto desde las Progresiones Secundarias; mientras que una operación repentina, a dos horas de haberse producido el nacimiento, estaría relacionada con algún hecho simbólico que estaría ocurriendo alrededor de los 30 años de vida si lo medimos mediante Direcciones Primarias.
Es por esta causa que se deben extremar las precauciones para evitar hechos traumáticos y cambios abruptos durante esos primeros momentos, teniendo en cuenta que pueden ser significativos de cambios posteriores en la vida de las personas.
No todos tienen la particularidad de que sus familiares recuerdan con precisión hechos de naturaleza diversa, traumáticos o no, ocurridos durante los primeros momentos de vida, pero su registro contribuiría notablemente a entender con mayor facilidad las conductas posteriores y poder a identificarlas con hechos ocurridos en la vida de las personas, y respaldados mediante las mencionadas técnicas astrológicas.
El impacto de hechos cotidianos sobre la conformación de aspectos astrológicos
Algunos ejemplos, que no tienen la pretensión de constituirse en estadística, sirven como ejemplo a tener en cuenta, que corrobora la mencionada hipótesis.
El primero de los casos es autorreferencial. En mi vida he tenido muchos cambios de domicilio, pero de todos ellos, dos, han sido mudanzas importantes ya que cada una de ellas signó períodos importantes de mi vida.
Cuando tenía 6 años de edad mi familia tuvo su primera mudanza de importancia, donde pase gran parte de mi infancia y adolescencia, la localidad de Bella Vista, en la provincia de Buenos Aires. Al cumplir 34 años tuve una segunda mudanza de importancia, ya por decisión propia alcanzando como destino el lugar en el que actualmente vivo, la ciudad de San Carlos de Bariloche, en la provincia de Río Negro
En ambos casos, mi Luna Progresada se encontraba exactamente, en aspecto partil, sobre mi Sol en Libra en la casa IV. Aspecto típico para una mudanza o cambio de residencia.
Coincidentemente con estos aspectos, a los seis días luego de haber nacido, mi madre deja el sanatorio donde estuvo internada para el parto, mientras que pocos días después, exactamente en el día 34 dejan el domicilio en el que estaban circunstancialmente para establecerse en un departamento en el que viví, justamente hasta esa primera mudanza a mis 6 años de edad.
Por lo que es claro que la luna por por Progresión Secundaria llegó a la conjunción con mi Sol Natal 6 días después de mi nacimiento, es decir cuando la progresión indicaba la posibilidad de una mudanza a mis 6 años de edad, y nuevamente, después de un ciclo de 28 días (justamente en el día 34 posterior a mi nacimiento) alcanzando la misma posición sobre mil sol natal, indicando la realización a mis 34 años de edad de una nueva mudanza al lugar en el que vivo en la actualidad. Una clase de sincronismo que funcionó a la perfección. Vale aclarar que en el transcurso de mi vida, la Luna volvió a pasar, por Progresión Secundaria, nuevamente sobre mi Sol natal, aunque lejos de provocar una mudanza, sí, tuve que lidiar con la realización de trámites sobre bienes inmobiliarios.
En cuanto a aquellos aspectos que se forman durante las 6 primeras horas posteriores al nacimiento, es decir, aquellos que conforman lo que conocemos como Direcciones Primarias, es interesante el caso de una persona que sus padres siempre recuerdan algo que sucedió tan solo 30 minutos después de su nacimiento. El recién nacido se encontraba en manos de su padre y por error o descuido, se resbaló de las mismas cayendo sobre una mesada y golpeando sobre ella. Esto no tuvo consecuencias graves, pero si preocupó a los médicos y parteras presentes que realizaron una profunda revisión de las condiciones vitales del niño con la lógica preocupación. Con el correr del tiempo, esos 30 minutos mostraron su correspondencia simbólica con algo que ocurriría con el niño cuando tenía entre 7 y 8 años de edad. Mientras practicaba con su bicicleta sufrió un fuerte caída, en este caso con consecuencias mucho más serias, que sin poner en riesgo su vida hicieron necesaria la aplicación de un yeso en un brazo y algunos puntos de sutura en una de sus piernas. Está claro que esos 30 minutos son equivalentes a la Dirección Primaria de Saturno en conjunción con el Medio Cielo que se cumplía exactamente para sus 8 años de edad. Obviamente, la referencia de sus padres de consignar este hecho como ocurrido “a los 30 minutos de haber nacido”, es seguramente una estimación algo aproximada, pero lo suficientemente objetiva en cuanto a la realización de este evento, como para que con solo esta dirección sea suficiente como para rectificar la hora de nacimiento del tema natal en cuestión.
A continuación exponemos el tema natal con la posición de Saturno natal en la casa X, muy cercano a la cúspide del Medio Cielo, y luego, el cálculo de la dirección primaria con fecha de vencimiento equivalente a los 30 minutos que pasaron luego del nacimiento cuyo vencimiento ocurrió el 10 de febrero de 1962, es decir, casi 7 años y medio después de su nacimiento.
Carta Natal:
Dirección Primaria:
Tal como mencionamos anteriormente, ambos ejemplos, tal vez no sean suficientes como para justificar una estadística, pero son lo profundamente certeros como para prestar atención a todo aquello que ocurre en los primeros momentos de la vida de un ser humano.
