Por Néstor Echarte
El pasado 8 de mayo tuvo lugar la primera de las conjunciones del ciclo Urano-Mercurio que, con un total de siete que tendrán lugar en el signo de Tauro durante los próximos siete años, a razón de una conjunción o cierre de ciclo por año, marcarán, entre otros temas, los ciclos económicos y la orientación que la economía mundial seguirá en los próximos años.
Demás está decir que Tauro es uno de los signos más representativos, por su simbolismo asociado a temas económicos, a la noción de materialidad que impera en el mundo actual y a la tendencia creciente de valorar la vida en función de la disponibilidad de bienes materiales y de dinero. La vida ya no es algo digno de ser disfrutado, sino que se trata de una experiencia mensurable, medible y valorada en función de índices representativos de una mayor riqueza, mayor poder material y fácil acceso a la disponibilidad de divisas. Soy, en función de lo que tengo.