Prestando atención al proceso de formación de Direcciones y Progresiones

Por Néstor Echarte

El proceso de nacimiento, algo fundamental para el posterior desarrollo de la tarea del astrólogo debería ser un hecho no-traumático, amable, desprovisto de violencia y de sobresaltos, propio de la llegada de un nuevo ser humano a este mundo terrenal. Pero está claro que no es exactamente así.

Pese a que el paso del tiempo fue cambiando algunas modalidades propias del parto, un mundo donde siempre prolifera la violencia y que prácticamente se ha convertido en un campo de batalla, es lógico que reciba a sus nuevos integrantes como soldados desembarcando en una cabecera de playa tomada por el enemigo.